sábado, 25 de mayo de 2013

Nuevo frente de ataque contra la Reserva


En el día de ayer viernes 24 de mayo de 2013, maquinaria de Aldosivi arrasó un médano y parte del pastizal POR FUERA DE LOS TERRENOS QUE LES FUERAN CEDIDOS por la ley 14193 de la Provincia, y por el acuerdo de tenencia precaria otorgado por el Consorcio Portuario Regional MdP.




Este médano, de más de 2 m de altura, estaba ubicado entre el ducto pluvial de la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas (conocido como colector pluvial) y la tranquera de entrada al Balneario Arenas Blancas. Personal del balneario confirmó con los obreros que estaban trabajando que la maquinaria había sido enviada por el Club Aldosivi. A raíz de esto, el dueño del mencionado balneario se comunicó telefónicamente con un alto funcionario del Consorcio Portuario quien, a su vez, le confirmó que ALDOSIVI NO ESTABA AUTORIZADO para realizar ningún tipo de movimiento de tierra por fuera de los terrenos que ya tiene otorgados.


Se desconocen los motivos por los cuales Aldosivi arrasó con este sector de la Reserva, que claramente se encuentra fuera de su predio. La zona arrasada ocupa algo más de media hectárea y era parte del pequeño manchón de pastizal pampeano que se encuentra en la zona.




Paralelamente las obras de relleno de la laguna y la destrucción del paleoacantilado y la vegetación continúan.
En abril, el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) aprobó mediante la resolución 00009/13 el proceso de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) del Club. Esta aprobación es discutida y objetada por vecinos y organizaciones de la sociedad civil, ya que el OPDS no cumplió con todos los pasos que la ley pide para los procesos de EIA, omitiendo por ejemplo la Audiencia Pública. Además, el Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) realizado por la ingeniera ambiental Valeria Jáuregui y el técnico Claudio Court para Aldosivi está repleto de errores y omisiones graves; y la conclusión general es que las obras de Aldosivi "no producen ni producirán impactos ambientales negativos", a lo que agrega que "la fauna no ha sufrido alteraciones significativas pudiéndose observar que las aves interactúan con el Predio Deportivo, posándose sobre el césped", entre otras barbaridades de dudosa credibilidad y nulo rigor científico.



Curiosamente este mismo estudio fue presentado por la ingeniera Jáuregui en 2011 y el OPDS lo rechazó. El EsIA actualmente aprobado es una COPIA TEXTUAL de ese estudio que fue rechazado, aunque fue ampliado con la información disponible en internet sobre último censo, incluyendo errores de ortografía, sintaxis y conceptuales graves. El informe de Jáuregui y Court está siendo analizado por profesionales calificados, varios de los cuales fueron docentes de Jáuregui en la Universidad FASTA, y no pueden creer que su ex alumna haya presentado un trabajo tan objetable y, más aún, no pueden creer que los funcionarios del OPDS lo aprobaran. 


El pastizal pampeano es el bioma herbáceo más importante del país, pero también es el que presenta mayor grado de modificación humana. Casi no hay áreas donde el pastizal pampeano mantenga su formación original y está muy poco representado en el sistema de áreas protegidas. Los pequeños manchones de vegetación de pastizal son MUY VALIOSOS para la conservación de la naturaleza, ya que gracias a ellos varias especies de aves silvestres pueden vivir. En las ciudades, estos parches de pastizal son muy escasos. En Mar del Plata, de hecho, casi no existen, y la Reserva Natural Puerto Mar del Plata es el único refugio para las aves silvestres del pastizal. Lamentablemente los manchones de pastizal pampeano de la Reserva están siendo arrasados por las obras del Club Aldosivi y los incendios intencionales. Si los pastizales de la Reserva se pierden, unas 50 especies de aves que nidifican y se alimentan en este ambiente, desaparecerán. Si a esto le sumamos el relleno del que es objeto la laguna principal de la Reserva, las aves acuáticas buscarán otros rumbos y la biodiversidad tan notable de este sitio se perderá para siempre.







Fotos: Google Earth marzo 2011 y María José Solis